LOS DE LA SALITA (A.Cisteró)
Unos buenos amigos, profundamente de izquierdas, sinceros, profundos e incorruptibles, mantienen un centro cultural con gran esfuerzo y voluntad. A veces he asistido a algún acto, e incluso he dado alguna charla. Pues bien, si se organiza, por ejemplo, la proyección de alguna película a la que asisten vecinos del barrio, el núcleo central está, mientras tanto, reunido gestando un manifiesto reivindicativo, de posicionamiento político, en una salita aislada.
¿Leerán este manifiesto los vecinos, amigos y parientes que están visionando el film? Pienso que difícilmente lo harán. Hay una cierta sintonía con el pensamiento que alumbra las acciones y las manifestaciones del colectivo que gestiona el centro, por eso están, pero no harán el salto a leer y mucho menos analizar y asumir el texto redactado mientras ellos se distraían. ¿Por qué?